Etiquetado de productos alimenticios: cómo evitar caer en trampas de marketing nutricional

Frases como “sin azúcar añadido” o “light” pueden engañarte. Aprende a interpretar el etiquetado de los alimentos, identifica el marketing nutricional y haz elecciones más conscientes para tu salud.

¿Por qué es importante leer bien el etiquetado de los alimentos?

En un entorno donde cada vez estamos más preocupados por nuestra salud y alimentación, las empresas han adaptado sus estrategias de marketing para captar nuestra atención en el lineal del supermercado. El etiquetado nutricional debería ofrecernos información clara y objetiva sobre los alimentos, pero muchas veces se utiliza como herramienta de persuasión más que de educación.

Frases como “sin azúcar añadido”, “0% grasa” o “rico en fibra” pueden llevarnos a pensar que estamos frente a un producto saludable, cuando en realidad puede no serlo. Por eso es fundamental aprender a leer más allá del envase.

El peligro del marketing nutricional: lo que ocultan frases como “sin azúcar” o “light”

Este tipo de mensajes se engloba dentro del llamado marketing nutricional, una estrategia comercial que resalta determinadas cualidades de un producto —muchas veces de forma exagerada o fuera de contexto— para potenciar su venta.

Por ejemplo:

  • “Sin azúcar añadido” no significa “sin azúcar”: puede contener azúcares naturalmente presentes o edulcorantes artificiales.
  • “Sin gluten” no implica que sea más sano: solo es relevante para personas con enfermedad celíaca o sensibilidad al gluten.
  • “Light” puede referirse a un porcentaje de reducción calórica, pero no garantiza que sea un producto saludable.

Estos reclamos muchas veces generan una falsa sensación de salud que puede llevarnos a consumir estos productos con menos cautela.

¿Qué significa realmente “sin azúcar añadido” o “sin gluten”?

Según el Reglamento Europeo sobre información alimentaria, un producto puede llevar la etiqueta “sin azúcar añadido” si no se ha incorporado azúcar durante su elaboración. Sin embargo, puede contener azúcares propios de sus ingredientes (como fructosa en los zumos) o añadir edulcorantes no calóricos.

El término “sin gluten” indica que el alimento contiene menos de 20 ppm (partes por millón) de gluten, pero no implica que sea más saludable si no tienes intolerancia. Muchos productos “sin gluten” son ultraprocesados y pobres en fibra o nutrientes.

Claves para interpretar correctamente las etiquetas de los productos

  • Revisa la lista de ingredientes: aparecen en orden descendente según su peso. Si el azúcar aparece entre los tres primeros, cuidado.
  • Fíjate en la cantidad total de azúcares: distingue entre azúcares naturales y añadidos.
  • Evita listas extensas: cuantos más ingredientes y más difíciles de pronunciar, más procesado suele ser el alimento.
  • Compara por 100 g o ml: así puedes hacer comparaciones objetivas entre productos.

Desarrollar una mirada crítica sobre lo que compramos es clave para cuidar nuestra salud a largo plazo.

Recomendaciones para una compra informada y saludable

Para evitar ser víctima del marketing nutricional, sigue estas recomendaciones:

  • Prioriza alimentos sin etiqueta: frutas, verduras, legumbres, frutos secos, huevos, etc.
  • Desconfía de promesas demasiado buenas: si parece “demasiado sano para ser cierto”, probablemente lo sea.
  • Consulta fuentes confiables o asesórate con un nutricionista si tienes dudas.
  • Desarrolla el hábito de leer etiquetas con calma, no solo lo visible en el frontal del envase.

🎧 Escucha el podcast completo “Alimenta tu salud”

En este episodio del programa “Alimenta tu salud” de Onda Cero Jaén, el doctor Pedro J. Toranzos profundiza en este tema y ofrece claves prácticas para que no te dejes engañar por los envases de los productos.

Conclusión: más información, mejores decisiones en tu alimentación

Conocer el verdadero significado del etiquetado nutricional es fundamental para no dejarse manipular por estrategias de marketing. Una compra informada no solo mejora tu salud, sino que también te empodera como consumidor responsable.

Recuerda: no todo lo que dice “saludable” lo es. Aprende, compara y decide por ti mismo.

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